¡Brindemos!

Ahora que estamos brindando por los 40 años de la Denominación Ribera del Duero, tal vez sea el momento idóneo para hablar de una costumbre ancestral, brindar juntando las copas, algo que todos hacemos sin preguntarnos cuál es su origen.

Todo lo que rodea el mundo del vino, al ser un cultivo muy antiguo, tiene mucha historia. Se calcula su origen en el año 5000 a C., así que, vamos a sumergirnos un poco en la historia para saber por qué golpeamos las copas al brindar.

Empecemos con la primera leyenda, cuentan que el popular “chin – chin”, viene de la alteración de la expresión alemana “ich bring dir’s”, que significa algo así como “te lo traeré”. Esta frase fue la que pronunciaron los mercenarios alemanes de Carlos V refiriéndose al botín conseguido al saquear la ciudad de Roma en 1527, celebrando la victoria alzando sus copas en honor al rey.

Otra teoría cuenta que en las bacanales romanas se quería disfrutar de las bebidas con todos los sentidos, y como el único que no participaba era el oído, se chocaban las copas para que el sonido le hiciera partícipe del placer de beber.

Por último, hay historiadores que afirman que esta costumbre se originó en el S. IV a C., en el imperio Romano. En aquellos tiempos, proliferaban las traiciones y eran moneda corriente los asesinatos envenenando la bebida. Por eso, como muestra de camaradería y confianza, los anfitriones e invitados solían chocar con fuerza sus copas llenas, de tal manera que parte del líquido pasara de unas copas a otras, dejando claro que no había veneno en la bebida. Por supuesto que las copas en esos tiempos no eran de cristal.

En realidad, a ciencia cierta no se sabe su origen, pero un buen motivo es la celebración del Aniversario de la Denominación Ribera del Duero, por la salud y porque en Bodegas Federico sigamos haciendo vinos de calidad.