El color característico de los vinos Ribera del Duero

Una de las características de los vinos tintos de la Ribera del Duero es el color. Esta característica visual es la primera sensación cuando hacemos una cata, ya que nos aporta mucha información del vino que vamos a probar: el tipo de uva, el proceso de elaboración, la edad…, además de poner especial atención en la transparencia, el brillo y el propio color.

El color del vino se lo debemos a los polifenoles (taninos y antocianos). Los taninos están en el raspón, piel y pepitas y dan estabilidad al color final. Los antocianos están en piel y pulpa y son los causantes definitivos del color del vino y aportan ese tono azulado.

Pero el color depende de más factores, como el tipo de uva, el suelo, la climatología de la zona, la cantidad de luz solar que reciben los viñedos, los cambios de temperatura, los métodos de elaboración y el tiempo de crianza y de guarda.

Un factor concluyente en el color del vino es el recipiente donde se desarrolla la vinificación, no se produce igual resultado en un depósito de acero inoxidable, donde hay menos oxígeno y los colores son más intensos y brillantes, que en una barrica de roble donde la oxidación es mayor.

El tiempo en barrica también aporta otras variantes en el color, como el tipo de tostado de la barrica, el tipo de roble o el tamaño de los poros. Precisamente, este tamaño influirá en la microoxigenación a través de ellos en el proceso de crianza, y hará que los tonos vivos e intensos varíen hacia matices más oscuros, amarronados, tejas o cobrizos, dependiendo del tiempo en barrica.

Además, la estiba en botella también cambiará el color del vino, ya que el proceso de microoxigenación y reducción del vino dentro de la botella incidirá en los matices finales, aplacando un poco los tonos intensos.

Los tintos de Bodegas Federico tienen tonos y matices de color distinto dependiendo del tiempo de su crianza:

Tinto Federico Roble presenta un color rojo cereza picota con tonos muy violáceos.

Tinto Federico Crianza tiene color rojo cereza oscuro, con irisaciones violáceas. Limpio y brillante.

Tinto Federico Reserva es rojo cereza intenso, con tonos violáceos y algún tono teja.

Tinto Federico Gran Reserva tiene un color rojo rubí con ribete, de buena capa y brillante. Muy limpio.