Viñedos en vaso

Si contemplamos un paisaje de viñedos encontraremos que hay dos tipos de formaciones en la plantación de la vid: la plantación de la vid en vaso, la forma más tradicional y antigua, y la plantación en espaldera. Este último es uno de los sistemas más extendidos, hileras paralelas de cepas en los que se emplean distintos tipos de sujeción con alambres o cordones, para guiar a la vid.

El uso de un sistema de formación u otro, depende del tipo de suelo, la variedad de la viña, o el clima.

La formación en vaso es la más antigua. A la vid, que es una planta trepadora, se la deja crecer sin ningún tipo de sujeción que conduzca la vegetación, adopta una forma redondeada en la que las hojas crecen unas sobre otras. Curiosamente, antes se pensaba que la formación en vaso era equivalente a vides viejas y con baja producción, y sin embargo ahora son codiciadas como símbolo de calidad y se considera que son las que dan personalidad al vino.

La formación en vaso es más económica, ya que no necesita postes ni alambres, pero tiene el inconveniente de que todas las labores como la poda de invierno, la poda en verde o la vendimia, deben ser manuales. También tiene una menor aireación e insolación de los racimos.

Las plantaciones en vaso suelen ser las más antiguas del viñedo, pequeñas parcelas que producen una menor carga de uva, con lo que la calidad de los racimos es mayor.

Aunque hablamos de plantación en vaso, realmente es un tipo de poda de formación libre en el que se reduce el corte de madera y da más uniformidad a la formación de la cepa.

La poda en vaso permite poder aplicar la poda de respeto. Con una buena poda en invierno y una poda en verde, se reducen los cortes de poda y el riesgo de contraer enfermedades típicas de la madera de la vid.

En Bodegas Federico tenemos viñedos con formación en vaso, dependiendo de la edad de la cepa y las características del suelo de cada parcela, para conseguir vinos de calidad, rozando la excelencia.