Vino Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva

El tiempo es un factor determinante en la elaboración del vino. El tiempo que pasa desde que se planta la viña hasta que empieza a producir, el tiempo necesario para que sus frutos alcancen su perfecta maduración, y por supuesto, el tiempo de envejecimiento necesario para que el vino adquiera su máxima expresión.

La calificación de los vinos en Jóvenes, Crianza, Reserva y Gran Reserva es propia de España, además, en cada denominación de Origen Protegida tiene sus características, aunque en todas tiene que ver con el tiempo de envejecimiento del vino en barrica y botella antes de comercializarse.

La crianza en su paso por la barrica de roble aporta aromas, madura el color, aporta una mayor estructura, y oxigena el vino en su justa medida, redondeándolo. En su paso por la botella, la última parte de la crianza termina su evolución y afinamiento.

Para conseguir una cierta uniformidad en las distintas categorías, en las bodegas adscritas a la D.O. Ribera del Duero se han establecido unos estándares obligatorios. También está indicado el volumen de las barricas, que debe de ser de 330 l.

Los vinos Jóvenes suelen proceder también de viñas jóvenes, son vinos que se comercializan en el mismo año y no han pasado por el envejecimiento en barrica. Excepto algunos, que sí pasan por barrica, pero no el tiempo suficiente (de 2 a 3 meses) para considerarlos Crianza.

Es el caso de Tinto Federico Roble, con un paso en barrica de roble de 8 meses. Con buena estructura, equilibrado y sabroso.

Los vinos de Crianza necesitan 24 meses, 12 meses en barrica de roble y otros 12 en botella, comercializándose a partir del tercer año.

Tinto Federico Crianza está madurado en barrica de roble durante 18 meses. Amplio y equilibrado, redondo y limpio.

Vinos de Reserva, con un periodo total de envejecimiento de 36 meses, con un mínimo de 12 meses en barrica de roble. Se comercializan a partir del cuarto año.

Tinto Federico Reserva es un vino con cuerpo, potente, bien estructurado, tánico, de larga persistencia, con un postgusto muy largo.

Vinos Gran Reserva, esta categoría está reservada para las grandes cosechas, vinos que deben pasar 60 meses de envejecimiento, de los cuales 18, como mínimo en barrica de roble. Comercializándose a partir del sexto año.

Tinto Federico Gran Reserva, con una permanencia en barrica de roble de 24 meses, es sabroso, amplio, bien equilibrado, de moderada acidez; noble, con sensaciones de cuero y muy limpio.

En resumen, la calificación de un vino en Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva se basa en el tiempo que pasa en barrica de roble, un periodo de maduración muy importante que aporta diferentes matices a cada vino y le confiere características particulares para la guarda.