De Pesquera de Duero a Pintia

La localidad de Pesquera de Duero cuenta con un pasado lleno de historia y además es el municipio en el que se cosecha el mejor vino de la Ribera del Duero. Ya lo decía el historiador Juan Ortega Rubio en su libro “Los pueblos de la provincia de Valladolid” publicado en 1895.

A escasos 15 minutos de Pesquera de Duero se encuentra Pintia, una ciudad ancestral, un tesoro arqueológico que se alza como testigo silencioso de una historia fascinante que se despliega a lo largo de milenios. A orillas del río Duero, la Zona Arqueológica de Pintia es un tesoro que resguarda los vestigios de culturas vacceas, romanas y visigodas.

La Zona Arqueológica Pintia despliega su riqueza patrimonial en 125 hectáreas, abarcando un área entre Padilla de Duero, Peñafiel y Pesquera de Duero, abrazada por las aguas del río Duero.

Pintia, reconocida como Bien de Interés Cultural desde el 9 de diciembre de 1993, es testimonio vivo de una historia milenaria y tumultuosa, marcada por tres importantes periodos culturales: el vacceo, el romano y el visigodo. Sin embargo, es el periodo prerromano, entre los siglos IV a. C. y el cambio de Era, el más relevante en la historia de Pintia.

La visibilidad de los vestigios arqueológicos aún es limitada, aunque en los últimos años se han emprendido diversos esfuerzos de restauración del entorno y excavaciones que han permitido comprender este conjunto histórico, principalmente gracias a las visitas guiadas a cabo por los arqueólogos del CEVFW.

Dentro del conjunto pintiano, se distinguen varias áreas funcionales de importancia. Entre ellas destacan el asentamiento de Las Quintanas, la necrópolis de Las Ruedas, el ustrinum o lugar de cremación de Los Cenizales y un posible santuario entre Los Hoyos y Las Ruedas. Y en el área de Pesquera de Duero, el barrio artesanal de Carralaceña con su zona residencial, la correspondiente necrópolis y diversos centros de producción de alfarería local.

Desde Pesquera de Duero es un paseo que se puede hacer en bicicleta, practicando senderismo o en coche. En cada rincón de Pintia, desde el asentamiento de Las Quintanas hasta el barrio artesanal de Carralaceña, se entretejen los hilos de una sociedad antigua llena de vida, ahora preservada en los restos arqueológicos que despiertan la imaginación y el interés de aquellos que buscan desentrañar los misterios de tiempos pasados.

Explorar los pueblos de la Ribera del Duero es altamente recomendable, ofreciendo una experiencia única y enriquecedora. Una zona que atesora una rica historia, destacando su valioso patrimonio cultural, una exquisita oferta gastronómica y su arraigada tradición vinícola, como la de Bodegas Federico en Pesquera de Duero. Una visita a esta zona y una parada para hacer acopio de los buenos vinos Tinto Federico, será siempre una visita para recordar.