Los Premios Zarcillo son una distinción de renombre en el mundo del vino, que han dejado una huella significativa en la industria vinícola. Estos premios se han convertido en un referente para productores y amantes del vino, con una historia rica y un papel crucial en la promoción y reconocimiento de la calidad de los vinos.
El nombre de estos premios se eligió por ser los zarcillos una parte fundamental de la planta de la vid que, como planta trepadora, necesita de los zarcillos como sujeción y crecimiento.
La historia de los Premios Zarcillo se remonta a 1991, gracias a una iniciativa de la Junta de Castilla y León que decidió crear un certamen que destacara la calidad de los vinos producidos en la región. Desde entonces, el certamen ha evolucionado y ganado prestigio, extendiendo su alcance para incluir vinos de todo el mundo. Hasta 1999 los premios Zarcillo eran anuales, a partir de ese año comenzaron a ser bienales y a incluir referencias nacionales e internacionales.
La singularidad de los Premios Zarcillo radica en su enfoque integral y riguroso en la evaluación de los vinos participantes. El proceso de selección es llevado a cabo por jueces expertos, catadores profesionales y enólogos, quienes aplican criterios estrictos para evaluar aspectos como el color, aroma, sabor y estructura de cada vino. Este proceso meticuloso asegura que solo los vinos de la más alta calidad sean reconocidos con un Zarcillo.
Los Premios Zarcillo atraen a una amplia variedad de productores, desde pequeñas bodegas familiares hasta grandes empresas vinícolas, reflejando la riqueza y diversidad del panorama vinícola mundial.
El reconocimiento obtenido en los Premios Zarcillo no solo se traduce en prestigio, sino que también tiene un impacto significativo en el mercado. Los vinos galardonados ganan visibilidad y atraen la atención tanto de consumidores, como de distribuidores internacionales.
Los Premios Zarcillo incluyen diversas distinciones, Zarcillos de Oro, Zarcillos de Plata y el codiciado Gran Zarcillo de Oro. Este último se otorga al vino que destaca no solo por su excelencia, sino por su carácter excepcional y su contribución al mundo del vino. Ganar un Gran Zarcillo de Oro es un logro que trasciende las fronteras nacionales y consolida la posición de la bodega y el vino en la escena internacional.
Son numerosos los Premios Zarcillo obtenidos por Bodegas Federico: Tinto Federico Gran Reserva obtuvo el Gran Zarcillo de Oro en el año 2001. Tinto Federico Reserva, Crianza y Roble han obtenido premios Zarcillo de Oro y Plata en diferentes años, 1999/2003/2007/2009/2015/2018 y 2021.
La ceremonia de entrega de los Premios Zarcillo se ha convertido en un evento destacado en el calendario vinícola, reuniendo a productores, enólogos, distribuidores y amantes del vino. Estos premios no son simplemente un certamen de vinos, son un símbolo de la dedicación, la pasión y la excelencia que define la industria vinícola, a la vez que desempeñan un papel vital en la promoción y el prestigio de esta industria.
